Tarta de queso y fresas sin horno
Postre¿Quieres disfrutar de un postre delicioso sin tener que encender el horno? ¡Entonces esta tarta de queso y fresas sin horno es para ti! Esta tarta tiene una base de galletas de canela y una deliciosa mezcla de queso crema y fresas frescas. Es fácil de hacer y es perfecta para cualquier ocasión. Además, ¡no necesitas ningún equipo especial para hacerla!
Ingredientes:
- 200 gramos de galletas de canela
- 80 gramos de mantequilla derretida
- 400 gramos de queso crema
- 200 gramos de azúcar
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250 gramos de fresas frescas, más algunas para decorar
- 1 sobre de gelatina sin sabor
- 120 ml de agua
Calorías por porción: aproximadamente 380 calorías.
Instrucciones:
- Comienza triturando las galletas de canela en un procesador de alimentos o colocándolas en una bolsa y machacándolas con un rodillo. Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas. Presiona esta mezcla en el fondo de un molde para tarta desmontable de 20 cm de diámetro y colócalo en la nevera para que se enfríe mientras preparas el relleno.
- En un tazón grande, bate el queso crema con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que quede suave y cremoso. Agrega las fresas frescas picadas en cubitos y mezcla bien.
- En otro tazón, disuelve la gelatina sin sabor en agua caliente, revolviendo hasta que se disuelva completamente. Agrega la gelatina a la mezcla de queso crema y fresas y mezcla bien.
- Vierte la mezcla de queso crema y fresas sobre la base de galletas y alísala con una espátula. Cubre con papel film y refrigera durante al menos 4 horas o hasta que la tarta esté firme.
- Una vez que la tarta esté lista, decora con fresas frescas y sirve frío.
Comienza triturando las galletas de canela en un procesador de alimentos o colocándolas en una bolsa y machacándolas con un rodillo. Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta que estén bien combinadas. Presiona esta mezcla en el fondo de un molde para tarta desmontable de 20 cm de diámetro y colócalo en la nevera para que se enfríe mientras preparas el relleno.
En un tazón grande, bate el queso crema con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que quede suave y cremoso. Agrega las fresas frescas picadas en cubitos y mezcla bien.
En otro tazón, disuelve la gelatina sin sabor en agua caliente, revolviendo hasta que se disuelva completamente. Agrega la gelatina a la mezcla de queso crema y fresas y mezcla bien.
Vierte la mezcla de queso crema y fresas sobre la base de galletas y alísala con una espátula. Cubre con papel film y refrigera durante al menos 4 horas o hasta que la tarta esté firme.
Una vez que la tarta esté lista, decora con fresas frescas y sirve frío.
¡Disfruta de esta deliciosa tarta de queso y fresas sin horno en cualquier momento del año!